“Solía ​​irme a la cama con una pistola debajo de la almohada. Cuando entré en prisión descubrí el arte y eso cambió mi vida'

Stephen Greer, padre de dos hijos, de Bangor, pasó seis años en prisión por drogas, armas de fuego y delitos paramilitares. Comenzó a tomar clases de arte durante su última sentencia y ahora es un artista en activo.

Esteban Greer. Foto: Steve O'Reilly

Empecé a vender drogas cuando tenía 18 o 19 años. Al principio era Es y soplo y luego coca. Crecí en Bangor y en las zonas leales no puedes involucrarte con las drogas sin su influencia. No suceden muchas cosas sin su conocimiento. Ambos bandos tienen mucha influencia sobre sus comunidades, pero especialmente si vives en un bastión leal. Finalmente recibí un ultimátum de la UDA, que me llevó a ese mundo.